Entrevista a Patricio Plaza - Realizador junto con Santiago Bou del Corto "El Empleo"

miércoles, 12 de septiembre de 2012 - 
Fuente:
BAFILM

¿Animación independiente en Argentina? Patricio Plaza nos cuenta de qué se trata. Es el creador junto a Santiago Bou de “El empleo”, el corto animado argentino más premiado: casi 100 distinciones y proyecciones en más de 170 festivales.
Contanos de qué trata “El empleo”.

El Empleo es un cortometraje que habla del uso del hombre por el hombre en la sociedad contemporánea. Refleja a través de una alegoría sencilla un universo donde las personas son utilizadas como objetos.
¿Cómo fue el proceso de realización de “El empleo”?
El desarrollo del corto tuvo una producción un poco irregular, ya que al tratarse de una producción completamente independiente y hecha a pulmón, trabajábamos con Santiago Bou (el director) en los ratos libres entre laburos. En ese momento trabajábamos como animadores freelance para estudios, por lo cual nos quedaba poco tiempo libre para dedicarle al corto. Recién durante la última etapa de producción recibimos una ayuda del Fondo Nacional de las Artes para poder terminarlo y nos pusimos de lleno a terminarlo. El proceso total duró alrededor de dos años y medio.
Lo mejor y lo peor de trabajar en el campo de la animación.
En el campo en el que nosotros estamos, que es la animación independiente de autor, creo que lo más valioso es el potencial casi infinito que tiene la animación como medio de expresión, su poder comunicacional y simbólico. Hay una cierta forma de empatía bastante primaria en la mayoría de la gente con la animación que permite un grado de identificación que no se da con otras ramas del audiovisual. Y también es notable el poder intrínseco de generar metáforas que tiene la imagen animada.
Algo que podría considerarse no tan positivo son los tiempos de producción, porque cualquier técnica de animación implica un trabajo constante y dedicado durante mucho tiempo. De todas formas el proceso de trabajo es parte del resultado, y si uno elije dedicarse a la animación está eligiendo también dedicar su tiempo a este trabajo y aprender a amar ese proceso.
De las experiencias que he tenido, lo peor de trabajar en animación ha sido cuando participé en trabajos comerciales o películas que sabía de antemano que iban a ser de mala calidad, pero no siempre se puede trabajar de lo que a uno le gusta, porque a veces la prioridad es trabajar. Generalmente los trabajos de animación de licencias son poco creativos y bastante desgastantes, porque estar 6 horas diarias dibujando algo que a uno no le gusta no es muy gratificante… Pero en fin, de todos los trabajos se extrae experiencia y oficio, así que no reniego de ninguno de ellos.
¿Cómo ves el panorama de la animación en la Argentina?
Es bastante complejo. Por un lado hay una buena calidad de producción a nivel comercial y publicitario, hay muchos estudios que tercerizan trabajos para el exterior de muy buen nivel técnico. Pero por otra parte hay muy poca producción genuinamente “nacional”, ya que la mayoría de esos estudios trabajan para afuera.
En cuanto a la animación independiente o de autor, hay un grupo bastante reducido de realizadores que trabajan bien. Pero llama la atención que es muy poca la producción independiente con un buen nivel.
A grandes rasgos suele suceder que hay buenas ideas o intenciones pero poca calidad artística y poco apoyo institucional o estatal para producir este tipo de animación. Los cortometrajes por ejemplo, son un formato muy poco comercial, por lo cual es difícil conseguir un apoyo económico para poder dedicarse de lleno a trabajar de forma independiente en proyectos personales.
Cuando hicimos El Empleo con Santiago la idea guía era tratar de sentar precedente haciendo un cortometraje de buena calidad a nivel artístico y de contenidos, que contara algo y a la vez estuviera bien resuelto técnicamente. Parece algo muy simple pero en realidad es poco frecuente. El hecho de que el corto haya recibido 98 premios internacionales corrobora un poco eso.
¿Y en el mundo?
Me parece que hay mucha moda pasajera con el tema del 3D y ciertas fórmulas que intentan emular lo que hacen estudios grosos como Pixar, que sin duda son los mejores en lo que hacen, pero que no me parecen modelos a seguir.
Creo que la cuestión es tratar de revisar un poco los paradigmas desde donde uno se para a hacer animación, en qué contexto concreto. Pienso que es un error intentar encarar una producción en Argentina o Latinoamérica queriendo imitar los formatos y esquemas de producción de Pixar o Disney, simplemente porque el contexto es otro y las condiciones objetivas son completamente diferentes. Hay que pensar desde otro lado tanto desde lo formal (la técnica, los sistemas de producción) como desde los contenidos (es decir, qué se cuenta y como).
Digamos que no tengo ni idea de la animación en Argentina, ¿qué 3 realizaciones debería ver para conocerla?
Uff… ahí se complica un poco… Si lo pensamos desde una perspectiva histórica, hay ciertos trabajos clásicos como El Mono Relojero de Quirino Cristiani (padre de la animación argentina), Upa en Apuros (un mediometraje de Patoruzu) o Ico el Caballito Valiente (clásico de clásicos de Garcia Ferré). Son un poco arquetipos de lo que podría haber sido la animación argentina si se hubiese seguido desarrollando como industria.
Y después desde el lugar de lo independiente, los cortos de Zaramella como Viaje a Marte, o de los chicos de Banzai / Can Can Club como 2 Metros y Teclopolis, o el bicho raro que es Mercano el Marciano.
El Empleo es un corto que se transformó un poco en un paradigma del corto independiente, así que modestia aparte también podría incluirlo.
¿Y a nivel mundial?
En animación 2d Los largometrajes de Hayao Miyazaki, Las Trillizas de Belleville, El gigante de Hierro y Persepolis. En stop motion la saga checa Fim Farum, Krysar (El Flautista de Hamelin), Mary And Max y alguna de Aardman como Chicken Run o Wallace y Grommit.
En el campo de los cortometrajes hay muchísimo material y con todo tipo de técnicas y formas de relato. Mas que nombres de cortos podría dar nombres de autores: Joanna Quinn, Michael Dudok de Wit, Jiri Barta, Michaela Pavlatova, Paul Driessen, Jan Svankmajer, Aleksandr Petrov, Joki Yamamura y el inclasificable Yuri Norshtein. Material de cualquiera de ellos se puede encontrar buceando un poco por la red.