Luego de que el anfitrión le diera la bienvenida, Víctor Bo, distendido y con ganas de charlar, se dispuso a pasar un mediodía diferente en Tandil y así lo dijo: “Realmente, venir a la ciudad me puso muy contento y hacerlo para presentar una película de mi hijo…  más no puedo pedir”.
-Film que usted produjo.
-Sí,  soy uno de los productores, pero el responsable total es mi hijo y cuando uno llega a determinado momento de la vida siente mayor satisfacción por los logros de un hijo que por los de uno. Para mí esta película es muy importante, estoy muy orgulloso de ella, pasé momentos inolvidables con mi hijo, tuvimos grandes satisfacciones.
-En la picada de los viernes -adelantó Andiarena- tenemos la ceremonia del vino, le pedimos al entrevistado que traiga una botella y brindamos por algo especial.
-Me encanta hacer un brindis y este vino me lo regaló la gente del Festival de Cine de Tandil, encuentro que hacen con tanto gusto. Les contaba a ellos que tuve la suerte de ir en enero al Sundunce Festival,  que lo hace Robert Redford, y en un lugar parecido a Tandil, es un encuentro chico, de cine independiente, pero que está hecho con mucho amor,  pasión,  por gente que ama al cine y fue una experiencia lindísima estar rodeado por personas  que, como uno, siente que el celuloide pasa por las venas.
-Y sabemos que la película fue elegida entre tres mil para ir a ese Festival.
-Sí y le voy a contar algo, como le decía lo organiza Robert Redford e invita a los directores a un desayuno en su rancho y para mí fue el elogio más lindo que le hicieron a mi hijo, lo llamó aparte y le dijo: “Sos un director diferente”. Que un hombre como él, porque… cuando uno se pone mayor se puede transformar en un tonto o un sabio. El primero vive criticando, censurando, mirando con un ojo crítico lo que hacen los demás; y está el hombre sabio, que disfruta cada día más, el que sigue haciendo cosas, que transmite sus experiencias. Y Redford en el festival de cine independiente apoya a todos esos chicos que hacen cine, a toda la gente que se rompe el alma aunque el espectador piense que es fácil. Habrá quienes la hacen de taquito, pero cuando es en serio dejás un pedazo de tu vida en esa película, porque la amás, porque cada vez que a alguien no le gusta sentís un dolor.
-¿Brindamos por eso?
-Claro, y por estar en Tandil, me trae muchísimos recuerdos y por algo que creo que para mi vida representa mucho, que es el cine argentino.