Las posibilidades técnicas han hecho posibles que
prácticamente cualquier persona pueda lanzarse a realizar una film (largometraje
y cortometraje) y aspirar a tener una calidad más que aceptable. Aún así todo
requiere de gastos infinitos que dificultan enormemente la tarea.
A este mentada democratización de los medios de producción
cinematográficos le sigue apareciendo la enorme dificultad de financiar estos
proyectos, ya que los requisitos de los institutos oficiales (INCAA) son muy
complejos y son pocos los que los conseguir. Sin una ley de mecenazgo en la
Argentina y con la poca participación de empresas privadas en el cine
independiente, las posibilidades de financiar una film aparecen más vinculadas
a la imaginación de los productores y colaboradores que a la calidad real del
proyecto.
Justamente, la principal crítica que desde diferentes
ámbitos se le hace el cine independiente, idea que yo también comparto, es que
suele ocurrir que es un “cine de ricos para ricos”, no por una mera cuestión clasista,
sino que realmente muchos directores, productores y actores terminan poniendo
plata de sus bolsillos para realizar su película y para poder distribuirla en
alguna que otra sala.
Por suerte y aún a pesar de las dificultades, diferentes
productoras independientes se las ingenian para llevar a cabo sus ideas
buscando co-productores por el sistema de crowfunding, muy extendido en Europa
pero que acá recién se está comenzando a formar.
La idea es vernder la película antes de su estreno a una
serie infinita de colaboradores que podrán aporte desde $1 hasta un monto
máximo, y cada colaborador obtiene a cambio una recompensa que
variará según el monto aportado. Las recompensas pueden ser, por
ejemplo: agradecimientos, menciones especiales, invitaciones, un
ejemplar autografiado, merchandising, etc.
Un par de ejemplos en el cine Argetino para este tipo de financiación la encontramos en la película "La Educación Prohibida" pronto a estrenarse y la recién estrenada "La Máquina que escupe Mosntruo"
Nuevas formas de producción que intentan desmantelar la
falta de apoyos oficiales y que buscan un nuevo método de creación, ajenos
también a las presiones y disposiciones de las grandes productoras.
En la Argentina están funcionando dos plataformas
crowfunding que sirven de presentación para que cada uno pueda exponer su
proyecto e ir recibiendo colaboraciones. Aún falta mucho por mejorar en este
sentido, pero este el comienzo para que aquellos que tienen buenas ideas y nos las
pueden llevar a cabo, terminen plasmándolas en una realización concreta.
Las dos páginas de Crowfunding en la Argentina son www.proyectanos.com y www.bananacash.com y una para toda
latinoamerica que se llama www.idea.me que están
financiando todo tipo de proyectos, sean artísticos o no.